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 Era como el primer rayo de sol en el día. El olor a lluvia en una tormenta de verano, ese olor puro que se te mete en lo más profundo de tu ser cuando respiras con fuerza. La primera estrella que divisas en el cielo al caer la noche en un cielo despejado. El perfume de las hojas del libro nuevo que acabas de comprar, y la emoción de que, aunque no has leído una palabra, sabes que te va a encantar. Era su forma de intercambiar mis lágrimas atoradas en la garganta por sonrisas cuando me abrazaba. Su forma de mirarme y amarme imperfecta. Y era él y los defectos que formaban su sonrisa, lo que yo amaba por entero.

SIN TI

 No hay una razón lógica por la que esté haciendo esto. Me han dicho que debía perdonarte para avanzar; y que también debería agradecerte todo lo que pasó, lo bueno, lo malo. Se supone que todo lo que voy a decirte tendría que ser en persona, que tendrías que escuchar todo esto, pero dudo que entiendas una sola palabra de lo que voy a decir, así que he optado por escribir una carta, aunque no la vaya a enviar, aunque la vaya a quemar cuando termine, para que así el viento se lleve todo lo que tengo guardado en el fondo de mi alma.

 Fueron tantos los años que viví a tu lado, infinitos los momentos que me regalaste y, tan mágico fue el tiempo que estuviste conmigo, que aún me cuesta creer el modo en que terminaron las cosas y, mejor ni hablemos de si lo entiendo o no. Pero pasó, las cosas se torcieron y todo se acabó sin que me diera cuenta si quiera.

 Nunca te tomé por una persona estúpida pero, creo que aun así, no eres consciente del dolor que causaste y dejaste con esa toma de decisiones que has hecho y, me pregunto si alguien sabe la verdadera razón de por qué las tomaste. Con esto no busco una explicación porque, no hay ninguna con la suficiente lógica que justifiqué porque acabaste con todo aquello que un día consideraste de lo más importante. Y con todo esto tampoco busco echarte nada en cara, solo exponer mi punto de vista, para intentar (aunque seguramente sea en vano) que entiendas las decisiones que tomé por mi cuenta; tampoco pretendo que me des tu versión de los hechos, ni que me dejes entrar por última vez en esa cabeza que un día conocí tan bien, con el tiempo, he comprendido que no lo necesito para seguir adelante y, que ya no quiero en mi vida todas aquellas cosas que un su día tanto anhelé poder tener contigo, de ti.

 El tiempo que ha pasado, que según como se mire puede haber sido mucho o poco, me ha enseñado y, demostrado, de formas tan inesperadas como sorprendentes, que estoy mejor sin ti.

 No lo entenderás y, tampoco me importa si lo haces o no pero, quiero que sepas que te perdono; no ha sido fácil y, he necesitado ayuda para ello pero, lo estoy haciendo bien, estoy bien sin ti. Aún hay heridas que cerrar pero, este es el primer paso para que día tras día se vayan curando.

 Y dicho todo esto, creo que ha llegado el momento de que te de las gracias. Mucha gente, tú, podéis no entender por qué lo hago, ni siquiera yo lo hubiera hecho hace unos meses pero, hoy las cosas son tan distintas... Gracias por cada momento que hemos compartido, por cada risa que nos hemos regalado, cada cicatriz que me has dejado, gracias por absolutamente todo; porque cada momento, cada carcajada y sonrisa, cada lágrima, forma parte de mi historia, esa que me ayudará a hacer lo que amo cada día. Gracias, porque es por ti que hoy en día tengo a mi lado personas que me ayudan a crecer, a dar lo mejor de mí, quien sabe si las hubiera tenido igual si tú no hubieras aparecido en mi vida. Pero sobre todo, gracias por marcharte, por dejarme ir de tu vida, porque soy totalmente consciente, de que es por eso, que hoy conozco a esas personas del modo en que lo hago ahora. Así que, gracias de todo corazón por aparecer en mi vida, pero por encima de todo, gracias por irte, por darme los motivos para marcharme.

 Y ahora, puede que finjas que todo esto te da igual, aunque por dentro te esté destrozando pero, no te preocupes, guardaré bien el secreto.

 Ya no me queda nada más que decirte, salvo que quizá, por última vez o, para siempre, gracias por hacerme feliz durante tanto tiempo pero, sobre todo, por ponerme en el camino a las personas que me ayudan a ver que no necesito a nadie para ser feliz, y que puedo serlo sin ti. 

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